• GRAND THEFT HAMLET: SHAKESPEARE EN EL CAOS PIXELADO

Primero un repaso por GTA Online

Para quienes no están tan en tema, GTA (Grand Theft Auto) es una famosa serie de videojuegos de mundo abierto creada por Rockstar Games. 

En estos juegos, los jugadores exploran ciudades ficticias, completan misiones llenas de acción y pueden hacer prácticamente lo que quieran: desde carreras ilegales hasta montar obras de teatro (sí, leíste bien).

En medio de este caos virtual, los actores encontraron un escenario perfecto: el Vinewood Bowl, un anfiteatro escondido entre las montañas de Los Santos, inspirado en el verdadero Hollywood Bowl de Los Ángeles. 

Allí nació la idea de montar una versión única de Hamlet, el clásico drama del príncipe de Dinamarca.

¿Cómo surgió Grand Theft Hamlet?

En 2021, mientras el mundo real estaba en pausa, Crane y Oosterveen se adentraron en GTA Online sin saber que terminarían creando un experimento teatral sin precedentes. “Me pregunto si realmente podría montar una obra en este lugar”, dice el avatar de Crane en el documental Grand Theft Hamlet, y así comienza una aventura que combina tragedia shakesperiana con tiroteos y autos voladores.

La obra transcurre íntegramente dentro del universo del juego, donde un monólogo profundo puede ser interrumpido por un avatar vestido de astronauta disparando un lanzacohetes. 

Es un contraste que funciona: la alta cultura del teatro clásico se encuentra con la cultura pop del gaming.

Actuar en un videojuego: ¿cómo se hace?

Montar Hamlet en GTA no fue tarea fácil. Los actores:

• Organizaron audiciones bizarras con otros jugadores online.
• Coreografiaron escenas de acción que mezclaban combates del juego con el drama de Shakespeare.
• Improvisaron soluciones creativas, como usar autos para simular escenarios o avatares para interpretar fantasmas.

Crane y Oosterveen comparan la experiencia con manejar marionetas digitales. Recitaban sus líneas mientras controlaban los gestos de sus avatares para expresar emociones, creando una fusión entre actuación tradicional y performance virtual.

Un documental que trasciende la pantalla

El proyecto creció tanto que se convirtió en un documental codirigido por Pinny Grylls, esposa de Crane. Lo más loco es que toda la película se filmó dentro del juego, usando solo herramientas internas de GTA. 

Grylls pasó horas explorando el mundo virtual para capturar la esencia del escenario, observando desde personajes no jugables hasta los cambios de luz del paisaje.

Hay escenas memorables, como cuando Crane recita el famoso monólogo «ser o no ser» mientras el entorno digital muestra imágenes de soledad: avatares solitarios en un bar, figuras pixeladas perdidas en la rutina. Ese contraste entre la profundidad de Shakespeare y la crudeza del universo de GTA crea un efecto poderoso y emotivo.

¿Qué impacto tuvo Grand Theft Hamlet?

El experimento fue un éxito inesperado. La obra atrajo a cientos de espectadores en su estreno virtual y luego a miles más en YouTube. Incluso ganó premios, como el Stage Award a la innovación teatral en Reino Unido.

Pero más allá de los premios, el proyecto demostró algo fundamental: los videojuegos también pueden ser una plataforma para el arte y la expresión creativa. 

En lugar de verlos solo como entretenimiento, Grand Theft Hamlet muestra que pueden ser escenarios para contar historias profundas.

¿Qué nos deja esta experiencia?

• El arte no tiene límites: Podés montar una obra clásica en un teatro o en un videojuego lleno de caos. Lo importante es la historia que contás.
• Los videojuegos son más que diversión: Son espacios de creación, comunidad y, como en este caso, de innovación artística.
• La cultura pop y la alta cultura pueden coexistir: Shakespeare y GTA parecen mundos opuestos, pero juntos crearon algo único.

¿Te animarías a crear tu propio espectáculo en un videojuego?

Si esta historia te inspiró, ¿por qué no pensar en un proyecto propio? El mundo del gaming ofrece infinitas posibilidades para la creatividad.